Visión del autor:
La obra Las bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez nos muestra las condiciones de vida de la población española durante la Guerra Civil.
En esta obra podemos ver los conflictos más relevantes que sucedían dentro del país, las distintas ideologías, la mala condición de vida la preocupación y tristeza que vivían las familias en la Guerra Civil y la esperanza de que acabara pronto.
Fernando Fernán Gómez era una persona de ideologías republicanas, las cuales quedan perfectamente plasmadas en el personaje de Don Luis, el padre del protagonista Luisito, con el cual refleja también el carácter colectivizado en la economía en la zona republicana cuando su empresa se une a ella.
Cada personaje representa un perfil sociológico: Manolita tiene la aspiración de ser actriz, que se asocia con el esplendor que se respiraba en la II República. También se encuentra Luisito, bastante diferente a los demás porque le encanta leer novelas y poseías, en las que se encuentra las de su padre. Podemos ver en este personaje el gusto por la escritura. En los personajes de Don Luis y Luisito, el escritor refleja su pasión por la literatura.
A parte de estos personajes, se puede encontrar que las relaciones de la familia de Don Luis con los vecinos se van poco a poco deteriorando a lo largo de la trama, algo que permite ir viendo las diferentes posiciones tanto económicas como ideológicas de cada uno de ellos.
El problema principal que plantea la obra es el abastecimiento en Madrid, ya que estuvo encerrada en sí misma y hasta que no escasearon notablemente los alimentos no pudieron entrar las tropas franquistas.
Comentario:
El tema principal de la obra es la Guerra Civil y sus consecuencias, sobre todo las que recaen en los ciudadanos, en este caso en una familias y los círculos cercanos a ésta, y cómo intentan superar las dificultades que se les presentan.
Todo se refleja a través de una comunidad de vecinos que viven en un bloque de pisos de alquiler. La principal familia de la obra es la de Don Luis y Doña Dolores y la mayor parte de la obra transcurre en el comedor de su casa.
El autor quiere reflejar la miseria y la pobreza que tienen que soportar las familias a causa de la guerra. No tan solo la pobreza física, es decir, menos comida, muebles y recursos económicos, sino también la pobreza emocional, ya que a los personajes les afecta mucho anímicamente lo que sucede en este periodo histórico. El transcurso de la historia, las muertes de conocidos, familiares o amigos no les resulta una novedad y sólo se entristecen por la muerte en sí y porque ven que la guerra parece inacabable aunque sus esperanzas de que termine no mueren; eso es lo que les mantiene con un poco de optimismo frente a lo que les ocurre.
Sólo se sabe lo que pasa en el exterior mediante la radio y algunas pequeñas conversaciones de los personajes sobre políticos o famosos, amigos y familiares que se han exiliado o los han matado. Estos sucesos van mostrando la cronología de la obra, su evolución. Todo lo demás, son los conflictos, discusiones y relaciones amistosas y amorosas que suceden en el bloque o son representadas por personajes del bloque.
Los personajes van evolucionando a lo largo de la obra. Aparte de los temas anteriores también encontramos temas secundarios como el amor o el hambre.
El símbolo de la bicicleta en la obra representa la libertad y la alegría, de ser uno mismo. Es como volver a ser un niño inocente que lo único que quiere es jugar y ser feliz sin tener ninguna obligación.
El título Las bicicletas son para el verano significa que, igual que el verano se asocia a diversión y aventuras, y las bicicletas se asocian a la libertad. Las bicicletas sólo se usan en los momentos en los cuales uno puede divertirse y ser feliz. Luis la quiere para salir con una chica que le gusta durante el verano y así poder ir juntos por la ciudad. Pero la guerra lo cambia todo y Luis ya no la quiere porque ella ya no está en la cuidad (se ha ido de vacaciones) y tampoco puede ir por la ciudad porque es peligroso.
La última frase que dice don Luis “Sabe Dios cuando habrá otro verano”, la dice cuando se entera que su hijo la quería para salir con una chica. Esta frase indica que la guerra no ha terminado, sólo ha vencido un bando y ahora tocará obedecer las leyes. También muestra el descontento del padre, decepcionándose a sí mismo por ser tan pobre y no poder tener una vida mejor, por no tener un verano tranquilo y relajado, durante el cual su hijo vaya en bicicleta y él esté libre de preocupaciones y las únicas que le queden sean las de la familia.