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 Argumento:
Hortensia está presa en la cárcel de Ventas de Madrid por ser republicana. La única familia que le queda es su hermana Pepa y su marido Felipe, que vive escondido en la sierra porque es un guerrillero y lo buscan. Está embarazada y tiene mucha afinidad con Elvira, Reme y Tomasa.
Pepa llega a Madrid para estar más cerca de su hermana e intentar que le rebajen la condena.
Se instala en la pensión de doña Celia y empieza a trabajar de criada en la casa de don Fernando, que trabaja en una platería de contable pero que anteriormente fue médico y su mujer no le perdona por haber abandonado la profesión.
Sin darse cuenta, Pepa empieza a meterse en líos que la llevarán a mentir, esconderse y plantar cara a los que pueden poner en peligro a ella y a los que quiere, cosas que ella nunca pensaba llegar a hacer porque siempre ha pensado que es una cobarde.
Todo empieza con un encuentro que debía hacer en el cerro con su cuñado. Hacía tiempo que no iba por miedo, pero volvió por un mensaje que le dieron. En vez de ir Felipe, aparece Paulino, un guerrillero más conocido por sus compañeros como “El Chaqueta Negra” y es hermano de Elvira. Ambos se enamoran y a partir de ese momento habrá encuentros entre ellos a escondidas. Él le pide que llame a don Fernando para que cure a Felipe que está herido. Cuando éste se recupera, le pide a Paulino que le lleve a ver a Hortensia antes de que huyan a Francia y ambos bajan el día de Navidad. Allí, Paulino volverá a ver a su abuelo y se llevará una sorpresa al ver que su hermana está presa y su madre ha muerto porque hace años que no sabía nada de ellas. Una vez acabada la visita, los dos hombres huyen a Francia y se cambian la identidad, ahora Felipe es Mateo y Paulino es Jaime. Esa es la última vez que se verán Felipe y Hortensia.
Desde allí, Jaime escribe una carta a Pepita en lenguaje clave para que nadie sospeche, aunque, desafortunadamente, el cartero la delata por haber recibido una carta extranjera y es llevada a Gobernación para que declare. Ella se desmaya del miedo y no pueden hacerla hablar. Doña Celia asustada, pide ayuda a don Fernando para que hable con su padre, amigo del General Franco, y que la saquen de allí. Este lo hace con la condición de que volverá a ser médico pero vive asustado por si Pepita les ha dicho algo a los de Gobernación sobre él. Al volver a ser médico su mujer le perdona y vuelven a ser felices.
Cuando promulgan la sentencia de Hortensia, Pepita se asusta porque es condenada a muerte y escribe una carta a Franco. Recibe la respuesta de que seguirá con vida hasta que nazca el bebé. Una vez nace, dejan aún con vida a la madre para que Tensi, la hija, pueda mamar. Pero al cabo de un mes Hortensia es fusilada y la niña se la dan a Pepita.
Un día que las reclusas representan una obra de teatro, Reme y las demás trazan un plan para que Sole pueda escapar y para eso cuentan con la ayuda de Jaime y Mateo. Ambos, disfrazados de guardias se llevan a Sole con una orden falsa y de paso también se llevan a Elvira. Se van a la sierra donde Sole se reúne con su hija y huyen a Francia. Elvira pasa a llamarse Celia y conoce al Peque, otro guerrillero, de quien se enamora.
Pero una emboscada de la Guardia Civil hace que se dispersen todos. Mateo muere y Jaime es detenido y llevado a la prisión de Burgos donde conoce al marido de doña Celia, don Gerardo. Celia logra escapar pero no vuelve a ver a su amor. Los que la protegen la envían a Checoslovaquia donde vuelve a encontrarse con el Peque, que también lo enviaron allí, y se casan.
Desde la cárcel, Jaime escribe cada quince días una carta a Pepita. Cómo no lo han reconocido como “El Chaqueta Negra”, solo le caen treinta años de cárcel. Pepita va a visitarlo cada año y también va a la Casa de Campo con Tensi para reunirse con más mujeres del Partido Comunista fingiendo que hacen una merienda. Entre ellas se encuentra Reme, que ya está en libertad.
Cuando sale Tomasa, Reme y su marido se la llevan a su pueblo porque nunca había visto el mar y para acabar teniendo  una vida tranquila. Tomasa no tiene familia, a su marido y a sus los mataron y los echaron al río. Como el río desemboca en el mar, ella quería verlo ya que pensaba que sus cuerpos estarían allí.
Al cabo de un tiempo sale don Gerardo de la cárcel y diecinueve años más tarde sale Jaime gracias a un armisticio por parte del Papa. Él y Pepita se casan y se van a vivir a Córdoba pero Tensi se queda con doña Celia y se afilia al Partido Comunista de Madrid.
La novela La voz dormida escrita por Dulce Chacón fue escrita en memoria de las mujeres que sufrieron durante la posguerra civil española.



Personajes:

​Pepita: Es una chica cordobesa, rubia y de unos ojos azulísimos. Se mudó a Madrid con su familia justo antes de que arrestaran a su padre. Su hermana Hortensia está en la cárcel de Las Ventas por afiliarse a la milicia y ella es la única persona que le queda con vida de su familia. Pepita se llamaba Pepa pero quiso cambiárselo al saber que  a la condena de muerte se la llamaba La Pepa. Al principio era una persona bastante cobarde porque tenía mucho miedo de que a ella también la arrestaran por encontrarla en el monte hablando con un fugitivo (el marido de Hortensia). Pero, poco a poco, esa cobardía la irá sustituyendo por el valor y será capaz de vencer sus miedos cuando tenga que proteger a su sobrina y a su amor.
Jaime Alcántara: Llamado antes Paulino es hermano de Elvira y el líder de un grupo guerrillero. Enamorado de Pepita. Lo cogieron y le condenaron a treinta años de cárcel, porque no sabían que era el Chaqueta Negra, de los cuales cumplió diecinueve gracias a un armisticio a raíz de la muerte del Papa. Al final de la novela cuando se marcha con Pepita Córdoba lleva en el bolsillo la dirección del Partido Comunista en Córdoba, lo cual nos demuestra que a pesar de todo lo sufrido sigue fiel a su ideología.
Hortensia: Es una mujer de pelo y ojos negros y piel morena. Está presa en la cárcel de las ventas por ser miliciana y su marido Felipe es un guerrillero que se refugia junto con otros compañeros en Pico Montero.  Siempre escribía en un cuaderno azul que le había regalado Felipe. Estaba embarazada y poco después de tener a la niña, Tensi, y darle de mamar unos meses, la condenaron a muerte. Nunca renunció a sus ideales ni cuando le dijeron que le podían absolver  sus pecados.
Mateo Bejarano: Llamado antes Felipe amaba profundamente a Hortensia a la cual llamaba cariñosamente Tensi. Creía firmemente en sus ideales y en seguir luchando desde dentro del país, él y Jaime regresaron de Toulouse arriesgándose a ser apresados. Murió cuando la guardia civil les sorprendió en el campamento donde pasaban la noche.
Elvira: Es una chica joven pelirroja. También está presa en Las Ventas porque es hermana de Paulino, conocido como "el Chaqueta Negra" aunque nadie sepa su identidad excepto sus compañeros de guerrilla refugiados en Pico Montero.
Está allí desde muy joven, pero un día escapará con su hermano y Felipe de la cárcel hacia las montañas, allí aprenderá a sobrevivir y pelear. Se cambiará de nombre, se llamará Celia por su abuela y por Celia Gámez y se enamorará de El Peque. Pero un día los Guardias Civiles les tenderán una emboscada y tendrá que huir. Luchará en el  Valle de Arán pero la enviarán a Praga, donde volverá a encontrase con El Peque y allí se casarán.

Tomasa: Perdió a sus hijos, a su nuera, a su nieta y a su marido, que le salvó la vida tapándola con su cuerpo en un encuentro con la Guardia Civil. A todos, salvo su nieta, que murió de hambre, los tiraron al Tajo y después les dispararon. Por este motivo deseaba fervientemente conocer el mar, porque sabía que todo lo que se lleva el río acaba en el mar. En la cárcel lo pasó muy mal porque no se doblegaba ante nada y pasó mucho tiempo en las celdas de castigo. Junto a Reme le hicieron una buena jugarreta a una chivata, ésta tenía sarna y después de aplicarle un ungüento le ofrecieron un jersey amarillo, Reme llevaba uno rojo y ella uno morado: era el día del aniversario de la instauración de la República, con la chivata en medio pasearon por el patio llevando la bandera republicana. Durante muchos años se negó llorar por la muerte de los suyos y no quiso contar su historia. Se sintió muy sola al quedar ella en la cárcel de las Ventas, la única de su antiguo grupo.
Reme: Es una mujer de mediana edad a la que  arrestaron por coser una bandera republicana y dejarla a la vista de todo el mundo en su casa. Cuando salió de la cárcel, siguió juntándose con el Socorro Rojo para ayudar a los presos hasta que Tomasa salió también de la cárcel y se fue con ella y su marido al  pueblo de ambos en Murcia.
Sole: Era comadrona que ayudó a nacer a Tensi. Estaba encarcelada por pertenecer al Partido Comunista. Dio de comer a Tomasa a través de una sonda mientras permaneció en la celda de castigo hasta que gracias a la ayuda de Jaime y de Mateo huyó. Su hija era Amalia, la mujer que les consiguió a los hombres nuevos documentos para poder huir a Toulouse. Sole y su hija fueron a Francia y luego se exiliaron a Méjico desde donde continuaron formando parte activamente en el Partido Comunista.
Doña Celia: Es la propietaria de la pensión de Atocha, donde se hospeda Pepita a cambio de ayudarla en la limpieza de la pensión. Su marido está preso en la cárcel de Burgos y su hija Almudena murió fusilada. Al quedarse sola, considera a Pepita como a una hija suya. Cuando sale su marido, lo celebran en la pensión junto con Tensi y Pepita.
Don Gerardo: Es marido de doña Celia estuvo preso muchos años en la cárcel de Burgos, de los cuales compartió algunos años con Jaime. Cuando salió libre volvió junto a su mujer y se siguió ocupando de la pensión Atocha
Tensi: Es la hija de Hortensia y Felipe. Nunca llegó a conocer a su madre y Pepita es quien la cuida. Desde pequeña leyó los cuadernos que su madre escribió para ella y para Felipe. Cuando ya se hizo mayor, decidió quedarse a vivir con doña Celia y su marido y afiliarse al Partido Comunista.
Don Javier: Era el abuelo de Paulino y de Elvira. Era de Pamplona y cuando encarcelaron a su nieta se trasladó a Madrid. Después de la fuga de ésta Jaime se encargó de que pudiera volver a su ciudad. Murió de una pulmonía mientras Jaime cumplía condena en Burgos.
Don Fernando: Era médico, pero después de asistir a una matanza sin hacer nada decidió dejar la medicina y ejerció de contable en una platería. Su mujer no se lo perdonó y vivían de puertas adentro separados. Pepita trabajaba en su casa y cuando la llevaron a Gobernación pidió ayuda a su padre para sacarla, a cambio aceptó un trabajo como médico en la cárcel de las Ventas. Su mujer volvió con él y Pepita fue despedida. Pero don Fernando sólo la sacó de Gobernación para que ella no hablase y pudiera dar su nombre ya que don Fernando conocía al Chaqueta Negra.
Mercedes: Es una  viuda a la que le ofrecieron el puesto de vigilante en la prisión de las Ventas. No sabía imponerse. Quería dar buena impresión a sus superiores y al ver que las presas no se la tomaban en serio se ofreció voluntaria para ayudar a don Fernando en la enfermería para no tener que enfrentarse a las presas.  Llevaba un moño cubierto de horquillas del que las reclusas se burlaban.







LA VOZ DORMIDA

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